Interés: Articular esfuerzos para generar los cambios que impulsen el diseño de políticas que contemplen de manera definitiva la mirada y la perspectiva del género femenino, contribuyendo con esto a desnaturalizar los tipos de violencia física, psicológica, socio cultural que son ejercidos en el marco de prácticas legitimadas en el colectivo social.
Objetivos de la mesa: Analizar el rol sostenido del género femenino en la sociedad actual, las formas de violencia y discriminación que se generan entorno a él, a través del análisis de distintos ejes temáticos. Individualizar de qué manera son internalizados estos distintos tipos de violencia a través de los distintos actores. Indagar en la raíz de estos mecanismos adoptados socialmente que se materializan en la violencia de género. Compartir experiencias de accionar ante estas situaciones y converger en la elaboración de estrategias de acción conjuntas que intencionen en erradicar por completo estas prácticas deshumanizantes.
ENCUADRE:
En una época de profundos cambios donde el ser humano es postergado y avasallado. En una época donde abundan los roles diferenciados, donde el género femenino es socialmente rechazado, discriminado, exigido a ajustarse a mandatos sociales determinados: de protección, de ostracismo, del no ser. Y en donde, mediante la socialización se van internalizando formas de pensar, actuar, sentir y valorar, de acuerdo con lo que socialmente se consideran atributos femeninos y masculinos.
Es así que se van estableciendo diferenciaciones en los roles y funciones asignad@s para mujeres y varones.
La construcción social de la identidad tiene varios puntos de partida, que se van relacionando directamente con los distintos ámbitos de convivencia social. Desde allí se van “seleccionando” saberes que contribuyen a nuestro desarrollo como individuos, y a partir de esta “selección” es que se van marcando diferencias, y mujeres y varones van recibiendo contenidos diferenciados que refuerzan estereotipos.
A partir de esta diferenciación es que como género femenino afrontamos obstáculos socioeconómicos como la feminización de la pobreza y del desempleo, barreras ideológicas y psicológicas tales como los papeles tradicionales de lo femenino en la sociedad, la falta de confianza, el no acceso a lugares de toma de decisiones, entre otras. Esto se agrava al hablar de personas sexualmente “diferentes” como travestis, transgéneros, transexuales, ya que al constituir la propia identidad de género y no desde lo biológico, son doblemente ignoradas.
Todo gracias a estructuras ocultas que legitiman las desigualdades de género, y que al naturalizarse permiten el seguir reproduciéndose.
Y es así, que, dentro de este contexto, al asumir que las identidades de género son aprendidas y totalmente susceptibles a cualquier tipo de transformación bajo una clara intencionalidad, es que se sugiere la necesidad de revisar las identidades femeninas y masculinas y de cuestionar el significado de las diversas identidades de hombres y mujeres en cada contexto: a nivel interpersonal, estructural e institucional. Para que de esta manera se empiecen a consolidar las bases de un nuevo modo de interrelación entre los géneros, atravesado por la equidad y la superación de los valores antihumanistas.
Para poder profundizar este análisis se podrían tratar los siguientes ejes temáticos:
- Inequidad laboral
- Publicidad sexista y mercantilista como forma de naturalización de la inequidad
- Inequidad en el acceso a lugares de toma de decisiones
- Femicidio y trata de blancas
- La relación con la ciudadanía (ejercicio de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales)
- Salud sexual y reproductiva (leyes, mandatos, vacío, relación con el cuerpo y con el ser, autocesura).
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